sábado, 7 de noviembre de 2015

Ladrones de Agua (Dakar-Barcelona-París-Spinoza)

Cuerdas y no mantas. Un mantero no es otra cosa que el reverso del Nuevo Espíritu del Capitalismo.

Cordones para atar los cabos de un flexible cuadro de ventas. Recorger velas, replegarlas en el momento oportuno, desplegarlas al viento en flujo de los viandantes. Oportunismo como síntoma. Cordeles atando lonetas o telas finas envolviendo productos, henchidos de papel o plástico. Marcados con firmas de prestigio.



Es necesario tejer la crisálida y escapar. Huir o tejer hiladuras para tender telas de araña. Seducción triste; en el suelo de una estación de metro o en la acera central.

Caricatura y drama de los nuevos y viejos mercados mundiales. Un capitalismo moribundo muestra sus hondas cicatrices globales, mirada superficial y zombie. Supervivencia agónica bajo el paraguas invertido del Espectáculo.
Comercio apátrida, dinámico, camaleónico, nómada, ágil, luchador, corredor, subterráneo, móvil, versátil, veloz, oculto, superficial, especular.



Desprotegido, aparentemente mantero y sino-senegambiano, es en realidad un claro signo de nuestro tiempo; Entre la manta y el mantel verde de los primeros bancos italianos está contenida buena parte de nuestra historia.



Cuerpos lanzados al horizonte. El miedo a la policía o al hambre resume cualquiera de nuestras tensiones. Una loneta es una vela tensada al viento y una pretensión de vivir.



En la Barcelona migrante y nómada de los manteros se respira República calma, antes de la tormenta.


Manteros/Barcelona + Metsys, The Moneylender and his Wife, 1514