La pregunta clásica en filosofía: ¿Por qué existe algo en lugar de nada?
Hoy reformulamos la pregunta en su reverso: ¿Por qué no existe nada en lugar de algo?
Hoy reformulamos la pregunta en su reverso: ¿Por qué no existe nada en lugar de algo?
O la más cercana, emocional y ética ¿Por qué desamor en vez de amor? ¿Crueldad en vez de empatía?
Nos obsesionamos con descifrar enigmas. Una civilización entera, una vida entera, puede enloquecer desde el hilo de insistir, horadando, en estas preguntas sin alcanzar nunca al corazón de la Esfinge.
La alternativa es la frivolidad, la necedad, la inconsciencia, el vivir a ras de suelo, desde la irresponsabilidad, desde el ombligo, más cerca de los cerdos que de los ángeles.
La alternativa es la frivolidad, la necedad, la inconsciencia, el vivir a ras de suelo, desde la irresponsabilidad, desde el ombligo, más cerca de los cerdos que de los ángeles.
Solo nos queda insistir, desde la nobleza, en la fortaleza de vivir en la lucidez, permanecer en nuestra posición, tomar partido y apostar asumiendo todas las consecuencias.
La Bicha, 2011 |
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